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CHOCOLATENEGRO

Mi regreso a Selva Cangrejo

Mi regreso a Selva Cangrejo

No me gustan las despedidas, pero son necesarias. Las cacaítas que me habitan el pecho están cansadas de estar encerradas y yo les he prometido regresar… sí, regresar.

El tiempo se vuelve tempestad cuando no se vive intensamente. Pienso marcharme en la brisa de las 5. Me iré como empujando el sereno. Quiero ir al mar, reflejarme sobre él y sentir como desde su profundidad la muerte se refleja en mí.

Haré hogar en un árbol niño y dejaré que sean los años y mi risa los que terminen adhiriéndome a su tronco. Pero antes que pase, quiero ver las flores helicopteritos, reposar sobre las piedras lajas del río, hablar con las matas de plota plota, pintarme el rostro con las guacamayas, tomar jugo de hierbabuena con el morrocoy más viejo, hacer que los mangos se besen, que los alcaravanes salvajes mediten conmigo, que los samanes me canten y que mi viento amigo me diga de nuevo cómo burlar la edad… sólo el viento es joven por siempre.

Me iré sin zapatos, pienso quedarme. Son los zapatos y no yo los que se saben de memoria el camino de regreso a casa. Me voy descalzo, sin dolores ni recuerdos intermitentes… pero tú, tú quédate en mí, como centro de todos los soles… tú quédate en mí y nunca estaremos del todo perdidos.

 

Serie: Relatos de Selva Cangrejo. Original de Félix Mora

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